La vida no da golpes, da palizas

Y a pesar de ello existen personas que realmente tienen fuego en el alma el cual les impulsa a perseguir sus sueños, y aunque en el trayecto se topen con piedras (que más que piedras son el Kilimanjaro en todo su esplendor) tienen el valor de continuar su camino con la coraza arañada pero con el interior más fuerte que nunca. Esas son las personas que me hacen seguir creyendo que a pesar de que, generalizando, la sociedad vaya en declive, hay ciertos y curiosos ejemplares que continúan manteniendo la llama de la fuerza veraz viva. Gracias por hacerme valorar lo que realmente consta de valor alguno, gracias por hacer de mis días una lección de vida.