Cada vez que me sumerjo en un mar distinto las olas traen consigo algo con lo que me identifico, algo familiar que me hace recordar viejos, y no tan antiguos, momentos felices. Amables sonrisas, tiernas caricias, irrepetibles palabras y ojos que hablan se acumulan en mi mente dejandome entrever algo que echo de menos. Y caigo, me resbalo a una velocidad estrepitosa casi idéntica a la de Alicia, solo que éste no es el País de las Maravillas y aquí no hay ningún sombrerero loco que te ayude a salir del agujero.
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nube/s de pensamientos